El doctor José García Bengoechea, jefe del Servicio de Cirugía Cardiovascular del Complejo Hospitalario Universitario de Santiago (CHUS), recomienda el consumo de vino sin alcohol por sus efectos beneficiosos sobre la dieta humana, lo que lo convierte en un buen método de prevención contra algunos tipos de cáncer y otras enfermedades.
 
Bengoechea, profesor de la Facultad de Medicina de Compostela y que acumula una amplia actividad investigadora en España y el extranjero, recuerda que son numerosos los estudios que ya se han realizado para comprobar los beneficios del vino. “Entre otras cosas, están demostrados sus efectos anticancerígenos, sobre todo en los casos de cáncer de próstata y mama, ya que los antioxidantes del vino actúan contra los radicales libres e impiden la mutación del ADN en las células anticancerígenas”, señala.
 
El resveratrol es uno de los antioxidantes presentes en el vino. Ahora, con la salida al mercado del producto sin alcohol, el doctor Bengoechea destaca “la buena noticia que esto supone para los ciudadanos, ya que los antioxidantes actúan contra los radicales libres, tan perjudiciales para la salud, y reducen los niveles de colesterol, que afecta a la salud cardiovascular”.
 
Eso sí, Bengoechea resalta la importancia de que el vino sin alcohol mantenga las propiedades tras someterse a los procesos físicos de desalcoholización. “En este sentido, el que hace en Galicia el grupo Élivo es muy bueno, ya que mantiene el sabor del vino con alcohol y sus propiedades”, asegura.
 
Esta empresa, con sede en Boqueixón, fue impulsada por el biólogo Ramón Bodenlle y somete al vino a un cuidadoso proceso de desalcoholización. Recientemente, formó parte de un estudio impulsado por la Unión Europea (UE), Nutriterapia, que avaló sus propiedades y los beneficios de su consumo para la salud.
 
Otras propiedades saludables del vino se basan en su contenido en catequinas, “por su efecto vasodilatador, ya que liberan óxido nítrico y esto es muy beneficioso para las arterias”. Los taninos, que son las sustancias que le dan al vino su color rojo tan característico, aportan también a la dieta propiedades saludables, “aunque solo en el caso del tinto, no el blanco”, añade Bengoechea.
 
Todos estos componentes del vino que destaca el doctor Bengoechea ya han sido protagonistas de varias investigaciones de universidades como Harvard. “En Estados Unidos ya salieron hace tiempo unas cápsulas con sus propiedades para evitar el consumo de alcohol, pero el vino sin alcohol es más agradable en una dieta que unas pastillas y es además importante en una sociedad como la española, con una cultura del vino tan arraigada”.
 
Bengoechea recuerda que la hipertensión arterial y el colesterol son dos de los grandes enemigos de la salud cardiovascular. “Una dieta con exceso de sal provoca hipertensión arterial y las grasas saturadas colesterol del malo, y esta combinación deriva en casos de arteriosclerosis, que sube la tensión arterial y causa una pérdida de elasticidad en las arterias”, manifiesta el especialista.
 
El jefe del Servicio de Cirugía Cardiovascular del CHUS considera que la sociedad es cada vez más consciente de la importancia de mantener una buena dieta alimentaria. “La gente sabe que es bueno el Omega 3, por lo que es recomendable consumir pescado azul tres veces a la semana y vegetales como el brócoli, la coliflor y los grelos, además de reducir el consumo de alcohol y de carnes a la brasa”, apunta.
 
“Queda mucho camino por recorrer, pero la gente se cuida más, come más ensaladas al mediodía y va al gimnasio; no hay por el momento datos puntuales ni investigaciones fiables sobre los hábitos de las personas jóvenes, pero yo tengo la impresión de que las nuevas generaciones se cuidan cada vez más en el tema de la dieta, tan fundamental en un cáncer como el de próstata”, concluye el doctor Bengoechea.